Es hora de actualizar los ejercicios de hombros, estos 5 ejercicios deben formar parte de tu programa de entrenamiento.

El humero presenta un diseño en donde se conjuga con la clavícula y sobre todo con la escápula y por tanto obedece en su movimiento a la disposición marcada por esta última, brazo y escápula genera movimiento en una íntima sinergia.

En este sentido, la escapula no se dispone dentro de un plano frontal, es decir, no se encuentran totalmente detrás en la espalda, sino que se dispone asomando un poco lateralmente, mantienen unos 30º de separación, marcando su propio plano de actuación ligeramente oblicuo, es lo que se denomina “plano escapular”. Realizamos acciones de forma natural utilizando este plano escapular, desde trepar, empujar objetos, golpear o el más natural de todos, comer, llevarse alimentos a la boca es un claro ejemplo de cómo funciona el humero sobre la escapula; a medida que se eleva por ese plano escapular en diagonal, realiza cierta rotación externa. Es pura lógica mecánica, siguiendo este rango de movimiento, se evita el impingement.

Utilizando el plano escapular y con la rotación externa del brazo se consigue evitar el impingement pero también se consigue un mayor rango de recorrido donde el deltoides puede seguir trabajando aunque para que esto sea posible será necesario cambiar el vector de resistencia ya que la fuerza de la gravedad no conseguirá aplicar un torque adecuado para continuar activando al deltoides. Para ello debemos acudir a una polea (o tensor) donde podremos conseguir la dirección más adecuada del vector, es decir aplicar la resistencia en el ángulo que reclute de forma principal al deltoides.

Estos 5 ejercicios evitan el compromiso articular, a ponerlos en práctica

 

 

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