Sin lugar a dudas uno de los medios materiales que más importancia sobran en la práctica deportiva son las zapatillas. Lo primero es elegir unas zapatillas adecuadas, pero posteriormente no debes olvidarte de su mantenimiento y desde luego de renovarlas. Ten en cuenta estos cuatro puntos para la inspección técnica de tus zapatillas.

 

zapatillas macetaVida útil de las zapatillas: Los materiales y sobre todo sus propiedades garantizan un uso de entre 800 y 1200 km. Un deportista que entrena todos los días, se aconseja el cambio de calzado deportivo a los seis meses y en corredores de maratón, la sustitución debe hacerse tras los 900 kilómetros de entrenamiento.

 

 

Cuando renovarlas: Lo principal a tener en cuenta no es el desgaste de la suela de la zapatilla, sino la amortiguación. Es hora de cambiar tus zapatillas cuando empiezas a notar pequeñas grietas y estrías en la media-suela debido a estar sometida a la compresión que implica la carrera. También si notas un cambio de presión en cada pie, esto es síntoma de que ha fallado el sistema de amortiguación de una de ellas.

 

 

Uso adecuado: Es importante que te conciencies que tus zapatillas de running están diseñadas para correr o caminar y no para la práctica de otros deportes, ya que otro uso podría acortar la vida de tus zapatillas. Es importante que utilices una zapatilla específica para cada actividad. Las zapatillas de running están diseñadas para desplazamientos hacia delante con flexión y extensión del tobillo y no para desplazamientos laterales con frenadas o pivotes.

 

 

Cuidados: A la hora de lavarlas o secarlas si se mojan tienes que tener en cuenta que no debes meter tus zapatillas en la lavadora y menos aún en la secadora. Te sugiero que si están húmedas las dejes secar a temperatura ambiente o un truco muy útil es que las rellenes con papel de periódico para que éste absorba la humedad lo antes posible.

 

 

Las peligrosas zapatillas milagro para la mujer

Han comenzado a proliferar entre el publico femenino, las zapatillas milagrosas quemagrasas, que tonifican el glúteo e incluso evitan el dolor de espalda. Con sus formas peculiares en su suela para proporcionar un apoyo redondeado o con amortiguaciones pronunciadas, proporcionan una pisada ligeramente inestable y reactiva que llama la atención por generar sensaciones continuas de ajuste en la postura.

Lo cierto es que las marcas que la comercializan, no son tontas. Se han cebado dirigiendo este producto hacia las mujeres, ni se han interesado por los hombres y mucho menos, para los que hacen ejercicio. Hacen bien, porque lo cierto es que no solo no sirven para hacer algo de ejercicio físico, sino que incluso pueden resultar peligrosas. Ya algunas entidades que protegen al consumidor, han puesto su atención en ellas y llegan a considerarlas como un autentico fraude.

Su fundamento se basa en que su suela redondeada, provoca cierta inestabilidad y esto activa a un mayor número de fibras musculares. Hasta ahí, de acuerdo, pero llegar a conseguir efectos como perder peso, elevar el glúteo y no necesitar el gimnasio… es un poco atrevido, por no decir absurdo.

Mi consejo es que las evites a toda costa para realizar tus sesiones de carrera, no solo por no ser adecuadas para correr sino porque pueden llegar a provocar alteraciones y lesiones como esquinces, ningún experto en running te las aconsejará.

 

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“Zapatillas milagrosas”

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