Corredor toma nota; por increíble que parezca, el patinete es un medio muy interesante de hacer ejercicio con gran transferencia hacia la carrera.
Hace unas semanas me compré un patinete, para moverse por la ciudad ahora en verano es un medio excelente. Jamás he montado en monopatín y lo cierto es que he descubierto un mundo de virtudes en este medio que lo harán muy interesante para muchos corredores.
Sé que hay que ser un poco friky para estar siempre viendo ejercicios y transferencias en todo lo que haces en tu vida cotidiana (ya me paso con la silla pronadora), pero es deformación profesional. Te dejo mis conclusiones esperando que te animes a utilizar este medio.
Gesto cercano al patrón
Si observas el gesto de impulsión del patinete es prácticamente idéntico al de la carrera. En la fase de la carrera posterior al impacto, la pierna de apoyo realiza una extensión con gran implicación de la cadena posterior, en especial los isquiotibiales, tríceps sural y finalmente planta del pie e incluso dedo gordo, es exactamente la implicación muscular que requiere la impulsión de avance en el patinete.
En el patinete se anula la fase de impacto y solo existe el gesto de impulsión como protagonista para el avance, esto lo hace muy interesante para conservar un gesto cercano al patrón de la carrera pero sin los inconvenientes del impacto. Para personas que ya tienen alguna alteración como tendinitis o condromalacias, este medio les puede servir de ayuda para continuar mejorando la forma física sin que las articulaciones sufran.
Trabajo estabilización en la pierna de apoyo
(evita pronación)
La pierna que permanece en apoyo sobre la superficie del patinete, realiza un gran trabajo estabilizador. En primer lugar para gestionar el equilibrio situando el centro de masas sobre el apoyo, pero al ser una superficie inestable la activación neuromuscular resulta elevada, realizar multitud de pequeños y continuos ajustes, sobre todo a nivel del tobillo para conservar la estabilidad.
El trabajo de fuerza es considerable ya que siempre permanece con los músculos activos en un continuo movimiento de flexo-extensión que acompaña a la impulsión de la otra pierna. La fatiga muscular en cuádriceps la notarás al subir una pendiente.
Finalmente, para conservar el equilibrio la pierna evitará la pronación, intentará abducirse. Pero si intenta colocarse en pronación con la rodilla en valgo (hacia el interior), posiblemente la rodilla choque con el eje vertical del manillar, así que una vez más tenderá a proyectarse por el exterior.
Mejora la dorsiflexión del tobillo; si se flexiona la pierna de apoyo.
Cuando deseamos una buena propulsión, es necesario una considerable flexión previa de la pierna impulsora, pero si tenemos en cuenta que la de apoyo se encuentra unos centímetros más elevada, significará que el tobillo se flexionará algo más mejorando así la dorsiflexión.
Favorece la recepción con el medio pie
Uno de los criterios para mejorar la técnica de carrera es evitar la entrada de talón e inculcar la recepción por el mediopie, pues el patinete te dará este gesto de forma natural. El pie de impulso no puede entrar de talón principalmente porque el cuerpo se encuentra ligeramente elevado sobre la superficie de impacto, es algo así como si la pierna se “quedase corta” y solo alcanza a impactar de puntillas, pero acompañada de una flexión de rodilla y cadera, yo diría que este gesto se parece mucho al que se intenta reproducir en una técnica de carrera denominada más “natural”.
Es un medio muy indicado para iniciarse en el running para personas con sobrepeso o con baja condicion física, la pierna de impulso apenas tiene carga y es mucho mas asumible que la carrera a nivel de intensidad. Conseguirá las primeras adaptaciones para posteriormente asumir mucho mejor la carrera, el patinete representa una especie de carrera sin el peso corporal.
En definitiva, un medio que además de mejorar la movilidad urbana sin contaminar, nos permite ser más activos y además con grandes ventajas para los corredores: mejorando la técnica y eliminando impactos.
