Aunque parece fácil, un pull vertical requiere un control escapular que muy pocas personas consiguen. Prueba a conectar antes de iniciar el movimiento.

Es fácil observar como muchas personas realizan un pull vertical sin la necesaria conexión e involucración de la escápula, no solo realizando un movimiento poco eficaz, sino también agresivo para el hombro.

Observa este movimiento, se consigue el movimiento del pull elevando el cuerpo pero con una baja eficiencia mecánica. Los hombros se encuentran proyectados hacia arriba, las escápulas no realizan correctamente su principal función de conectar el agarre del brazo transmitiendo la fuerza hacia los grandes músculos dorsales. El resultado además de generar progresivamente un patrón incorrecto, es el elevado estrés al que se ve sometida la articulación escapulo-humeral.

Antes de hacer tus pull-ups enérgicos o añadir más peso a tus jalones en polea, piensa en este movimiento para activar, controlar y sobre todo involucrar a la escápula en la acción del pull. Comienza realizando varias repeticiones de un pull escapular donde los brazos no se mueven, es una acción generada desde las escápulas.

Cuando tengas asimilada esta acción, intégrala en tus movimientos de pull. Activa tus escápulas y no las desconectes durante todo el recorrido, para conseguirlo evita llegar a la extensión completa, resérvate esa última fase pasiva donde la escápula se desconecta y observamos como los hombros ascienden quedando la cabeza hundida. Conseguirás una activación muscular mucho mayor, un patrón mucho más correcto y lo más importante, un menor riesgo. Recuerda, mas no es mejor, mejor es mejor!!!

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