Todos hemos oído remedios, trucos y estrategias que apuntan a una recuperación más rápida. Sin embargo, nos asombraría saber cómo caen estos falsos mitos, y no sólo por falta de fundamento, sino porque en la mayoría de los casos, además, retrasan el tiempo de recuperación, disminuyendo nuestro rendimiento.

Agua con azúcar

Seguro que hemos oído este consejo alguna vez para evitar las agujetas. No es más que una falsa creencia, el agua con azúcar no evitará que aparezcan las agujetas y, mucho menos, las eliminará una vez que han aparecido. La única forma de eliminarlas es esperar a que pasen unos días o mejor aun, volviendo a realizar ejercicio.

Pincha aquí para saber más sobre las agujetas:

 

Antiinflamatorios para evitar el dolor muscular

Fármacos como el ibuprofeno son utilizados para minimizar los procesos inflamatorios del propio ejercicio, sin embargo, puede resultar contraproducente. Reducen el dolor y los procesos inflamatorios propios del ejercicio, enmascarando sensaciones que nuestro cuerpo nos está manifestando. Quizá pueda disminuir la sensación de fatiga pero no aceleran los procesos naturales de la recuperación, en unos días podemos caer en sobreentrenamiento y fatiga crónica. No ocultes el dolor, es una advertencia de tu cuerpo, escúchalo y proporciónale descanso pero no lo acalles con fármacos.

 

Masajes

Cuidado con los masajes cuando tienes dolor y agujetas, pueden producir aún más inflamación y daño muscular. Después de una sesión intensa de trabajo, ya sea de fuerza o un entrenamiento cardiovascular intenso, se producen multitud de pequeñas roturas fibrilares y en la mayoría de los casos, existe un proceso inflamatorio natural. Los masajes intensos aplicados en los músculos implicados pueden producir mayores daños, aumentando y prolongando el proceso inflamatorio. Los masajes es mejor dejarlos para los días de recuperación.

 

Cuidado con las saunas

Evita tomar saunas después de entrenar, recuerda que tu organismo está deshidratado y lo que necesita en ese momento es volver a hidratarse y no eliminar más agua y sales. Además de aumentar la deshidratación y no favorecer los procesos inflamatorios, puedes tener desorientación y mareos. Las saunas no son tan saludables como parecen. Lo más indicado después de entrenar son las duchas de contraste en las que alternes agua caliente y fría. Conviene que termines con unos minutos de agua fría para reducir los procesos inflamatorios musculares.

 

 

 

 

 

 

0

Tu carrito